A medida que la sexualidad humana ha dejado de ser poco a poco un tabú social, vamos aceptando una mayor diversidad de actos en el placer. Sin embargo, aun en tiempos modernos, el fetichismo no deja de irritar algunas mentes conservadoras que erróneamente lo asocian con la perversidad.
Cuando se habla de sexo, casi siempre se explora el aspecto físico (qué hacer para tener mejores orgasmos, como hacer que ella tenga el mejor sexo de su vida, etc.) y solemos olvidar que también es un proceso mental. Nuestro cerebro es un arma muy poderosa y, si logramos estimularlo, la experiencia sexual se puede volver más intensa y divertida, ahí es donde los fetiches entran en juego. Tener un fetiche no debe ser un motivo de culpa o vergüenza; tampoco te hace un enferm@ sexual. Simplemente es una manera distinta de disfrutar con la pareja aspectos más complejos de la excitación. No sobra decir que tampoco es una práctica exclusiva: el fetiche no es un comportamiento obsesivo que tenga que estar siempre presente en las relaciones sexuales, las personas que disfrutan de alguna práctica particular, también disfrutan igual del sexo más tradicional. Hay tantos fetiches como colores, y como todo, es cuestión de gustos.
Los fetiches sexuales que más “encienden” a hombres y mujeres.
Y es que fetiches hay cientos; los hay de olores, lugares, prendas de ropa, colores, comida, etc…Una de cada tres personas ha experimentado el deseo sexual provocado por un objeto o condición particular y, de acuerdo a varios estudios científicos existen alrededor de 549 parafilias. Increíble, ¿no? Y muchos haciendo lo mismo siempre. Pero bueno, ¡para gustos los colores!
Para los hombres, los conjuntos de lencería erótica es el fetiche que ostenta la corona. ¿La razón? Muchos dicen que este tipo de prenda es símbolo de la femineidad; y es que no hay cosa más cierta que esa, o díganme si ver a una mujer semidesnuda, envuelta entre encajes, cuero, transparencias y piel… no pone a volar la mente de cualquiera. La lencería, en general, es un elemento diseñado para resaltar la sensualidad de las mujeres y en el caso de los hombres, prefieren que su pareja mantenga relaciones sexuales dejando puesto el brasier, los ligueros o medias.
Medias veladas: Este fetiche de las medias se convierte en un juego desde quien lo porta hasta quien lo disfruta. Sin importar la orientación sexual. Nada más rico que el tacto, y aún más cuando se potencializa por un elemento externo con un material que al toque y la sensación incita a que deslicen su mano hacia arriba, y finalmente sea rasgado. Media Liguero Antideslizante
Prendas en vinilo o lencería BDSM: Este fetiche genera placer sexual al ver a la mujer vistiendo prendas de cuero o vinilo, un material que se ciñe al cuerpo y marca la figura. Para muchos es necesario ver la prenda en la mujer, para otros con solo ver o sentir la textura es suficiente.
Disfraces o juegos de roles: (sobre todo de enfermera, colegiala, policía). Este fetiche es uno de los más explorados. y es que ver a tu pareja vestida de aquello que te pone ¡Hot! no tiene precio y si… mucho placer.
BDSM: Son las siglas de varias prácticas sexuales: Bondage, Dominación, Sumisión y Masoquismo. El BDSM es un término que engloba varias prácticas eróticas y que muchas personas incluso lo involucran en su día a día, hasta el punto de considerarlo un estilo de vida. Y es que, un sencillo juego de sumisión en la cama con la pareja, ya se enmarcaría en un fetiche.
El fetichismo sucio o sploshing es otro de los más comunes en ambos sexos. Éste consiste en cubrir el cuerpo (propio o de la pareja) con sustancias como cremas, aceites para masajes, comida o pintura, y quienes lo practican aseguran que lo que más disfrutan es la sensación de tocar diferentes texturas y de interpretar que están haciendo algo “incorrecto” o contra las normas de conducta comunes. ¿Quién no ha fantaseado alguna vez con embadurnar a su pareja con chocolate y lamer hasta la última gota?
Pies. suena raro, pero este es uno de los más comunes, incluso aparece en unas cuantas series y películas y significa que consideras los pies, los footjobs y los zapatos como algo sexual. No tiene que ser algo explícitamente sexual, algo tan simple como un masaje de pies puede ser parte del fetiche.
Voyerismo / exhibicionismo. sabemos que el sexo es algo privado, lo que hace que espiar a alguien o exhibirse parezca algo prohibido, y esto es lo que le resulta excitante y divertido a muchas personas. Lo prohibido siempre nos atrae, así que este fetiche suele ser muy popular.
Juguetes Sexuales. Hay hombres y mujeres que disfrutan ver a su pareja mientras juega con un vibrador sexual, o moverse sensualmente con una colita de zorro. Los vuelve loc@s los juguetes eróticos que son en materiales como dildos de cristal o metal. Y no es para asombrarse; las sensaciones que puedan llegar a generar estos dildos en cristal o plugs en metal de acuerdo a su temperatura son incontables. ¡Debes probarlos! Dildo de Cristal Icicles No. 69
Finalmente, ¿sabías que la imaginación es el órgano sexual más grande? De ahí que el fetichismo sea uno de los juegos que a muchas personas les encanta y que los ha llevado a experimentar y descubrir aspectos de su sexualidad que nunca imaginaron. Así que, cuando se trata de fetiches, hay unos cuantos que todos tenemos en común.
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